Y al final, el objetivo fue posible. Tuve el cielo a mis pies, y él me tenía a su merced. Visualizando las líneas caóticas del edificio en pleno centro de Bilbao. Las nubes giraban sobre él posando para mí, los tonos dorados, blanquecinos, y los azules marino se colaban entre las traviesas nubes que dieron una tregua al sol y saludaron a los habitantes de una ciudad acostumbrada a la tiniebla como algo habitual.
Pero no nos quejamos, seguimos viendo belleza en el nublado, en el día soleado, en la noche; la luna y el sol son nuestros aliados.
DOCTOR DESEO - GOTAS DE DOLOR Y UN CHARCO DE OLVIDO (vídeo)
http://www.youtube.com/watch?v=7vP-hT3puWE
1 comentario:
A los pies del gigante.
El gigante sabe a quien mirar benevolente.
Seguro que ya tenía conocimiento de ti y de tu cámara.
Por cierto ¿qué cámara y objetivo acostumbras a utilizar? ¿digital o ana?
Un abrazo.
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