Caminando todos los días entre espejismos cuadriculados. La única sensación que llevo encima es la de tener una polaroid en la cabeza y pensar siempre en hacer el encuadre imposible. Llevar el chip en la cabeza, la conexión de cable siempre dispuesta a interaccionar con un dispositivo electrónico.
Una fotográfica carta de navegación, convertida en obsesión, lo limpio que vendrá después de lo sucio, o lo sucio que saldrá del centrifugado. Es una dualidad de cuadrículas como las vidas que vivimos, sólo inmersas fuera de la monotonía cuando intentan surcar túneles a través de esos cuadros opacos. Trataré de disparar como Flash Gordon, mi pistola de fantasía para que tengamos la sensación reconfortante del trabajo bien hecho, equilibrada existencia, sin astillas de ataúdes caducos.
Sólo pienso en mundos psicodélicos, salpicados por manchas de tinta negra, con música de Sydney Barrett y que él nos comunique su último parte meteorológico desde los confines de Plutón. Yo saludaré desde aquí, lanzando cuadros monocromos, al aire, braceando, tintineando como un Quasar, aquí estaré disparando el flash a intervalos regulares.
Vídeo: Astronomy Domine
Intérprete: Pink Floyd
1 comentario:
Me encanta este texto! Y la foto, monocromo pero potente ;-) Besotes
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