Desde luego lo interesante en esta foto, como cualquiera podría creer inocentemente, no son las nubes, ni son las rocas. Hay dos elementos fundamentales: una es la luz del ocaso y la otra, y para mí la más importante, el árbol solitario que hay en medio del acantilado.
Siempre hay un objetivo, y ése puede ser un árbol, un agujero en el tiempo, una roca en medio del mar, o una persona. Lo importante es que haya algo que nos ayude a imaginar más allá de la realidad.
4 comentarios:
Lo que está al borde, en el límite entre los espacios, lo inestable, nos atrae con una fijeza que tal vez quiséramos para ese objeto o para nosotros mismos.
Buscamos siempre los espejos hasta debajo de las piedras.
La composición, la luz y los colores, todo trabaja en esta imagen para que se escuche la voz muda de ese arbol solitario.
Excelente foto y blog para revisitar a menudo.
Bueno, primero de todo, muchas gracias por tu visita y tus gratos comentarios Xuan.
Sí, es verdad que inconscientemente hacemos una radiografía de nosotros mismos en las fotografías. Tanto es así, que dicen mucho de nosotros.
Ese árbol, como tú dices, tiene una lucha con todos los elementos de su entorno.
El color y la luz son los elementos que enmarcan esta bella estampa.
Las luces del cielo magníficas y me gusta mucho la textura de la montaña. Para mí una foto sensacional.
Querido Joanjo, el paraje es sensacional, y desde luego ese era un momento muy especial. Ese día salieron muchas fotos bellas.
Y la verdad, sólo trato de buscar eso: la belleza; o por lo menos intentarlo todos los días.
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