Fue un encuentro casual conmigo mismo, en plena madrugada, después de una juerga. Parece de canción, pero el tema es de foto. Siempre quise hacer esta foto, que tuviera profundidad de campo, y el sitio es perfecto para hacer una buena perspectiva, y a ser posible, en blanco y negro, y con distorsiones, que indiquen que había tensión en el ambiente.
La tensión era saber si alguien salía de cualquiera de los dos ascensores en ese momento, y descubrieran al loco de su vecino, haciendo un flash frente al espejo.
2 comentarios:
La foto merecía la pena arriesgarse. Al final fue tu recompensa.
Sí, aunque a mí la imagen me da un poco de vértigo, quizá porque este portal siempre me ha dado algo de vértigo.
Pero tranquila que no me voy a caer al suelo, en todo caso jugaré con las baldosas cuadradas a hacer un truque improvisado.
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