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martes, 5 de julio de 2011

POCO ANTES DEL ÚLTIMO SUEÑO

Ayer soñé que estaba vivo, muriendo mañana quizá sólo consiga vivir el ayer.

Descalzos los amantes se resbalan por el rocío de la mañana… Y una leve brisa estremeció todos los seres que llevaban dentro hasta perecer en el más absoluto de los olvidos, tras los efluvios alcohólicos que todavía emanaban hacia el cielo de esa habitación en penumbra.

Todavía era de noche, pero ese cielo se empezaba a tornar azul, y en mi cabeza no sabía si lo que era un sueño, podría ser la realidad o solamente otra fotografía más que subir a los cielos; una película más que contarse a sí mismo o una cinta virgen a punto de ser grabada por una selección musical de temas de Miles Davis y Chet Baker. Se veía en las nubes volcando litros de hielo y kilos de imágenes y el Jack Daniels a palo seco. Tierra de nadie esto de los sueños, pero una tierra donde plantar las semillas de la inspiración.

Ayer soñé que estaba vivo, muriendo mañana quizá sólo consiga vivir el ayer.