Un horizonte tan amplio como tú quieras que sea. Ésa es la verdadera libertad. Un marco con ninguna limitación visual, abriendo bien los ojos para palpar el color con las pupilas, escrutando el más mínimo movimiento en una rama que nos indique que debemos disparar con la mejor arma que existe: nuestra imaginación.
Imagina que estás cogido de la mano con todas las ánimas gemelas de este mundo y fundir sus sabidurías en la tuya y al contrario, proyectar tu manera de ver en las almas de los otros. Una melodía de lamentos nos acompañará. Cantaremos espirituales, blues, flamenco y cánticos antiguos. Canciones populares que resuenan en los pozos llenos de muertos.
1 comentario:
Tratas las imágenes como versos. Pero tus versos son cálidos, abrigan.
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