Como personas que han sido, o personas que serán. No tienen ojos. Los ojos son ausentes o desprovistos de vida. Como si de un desfile de cualquier ciudad estuviéramos hablando, nos encontramos en un momento en el que es imposible quedarse con las medias tintas. O eres persona o no lo eres. Es así de sencillo. Y como tales tenemos que comportarnos como seres humanos, con sus actitudes violentas, humor, amor y sobre todo una actitud positiva ante cualquier cambio, por muy traumático que pueda ser.
5 comentarios:
una foto impactante con un texto cargado de verdad... ser persona o no ser, prefiero lo primero a pesar de lo arriesgado.
bicos,
Sí, es así de crudo amiga Aldabra. Veo que cada vez más se tiende al animalismo mal entendido, sin importar que hay delante, o a quién se pueda perjudicar.
Ya no se ve en las cosas cotidianas ese afán de hacer favores porque sí. Ahora el ser raro es el comportarse dignamente y tener educación. Pues yo seguiré en el empeño como tú amiga; seguiré en el empeño de no caer en la espiral de lo barato y fácil.
Un saludo y besos.
Me gusta esta imagen. Me sugiere un juego diabólico en que diversos entes vagan unos al lado de otros, pero mirando siempre al frente, con las cuencas vacías mirando al horizonte perdido entre la muchedumbre entre la que se deslizan, pero a la que no ven; con la que no se relacionan.
Vaya, si eso es la vida real tal y como hoy se entiende en cualquer gran ciudad...
Buena imagen ;-)
Hola Sonia, veo que has captado a la perfección lo que quiero decir. Pero ahí lanzo una reflexión: intentar ser mejores personas cada día aunque haya otros que quieran cerrarse a los demás.
Quizás muchos lo hagan por autoprotección. Otros lo harán porque han sucumbido ya a lo que quiere el maligno.
Algún día tendrá que pasar algo. De eso estoy seguro. Las eras empiezan y acaban y ésta está a punto de acabar. La transición hacia otro estado del alma y la conciencia. Pero sé que esto se llevará muchas almas por delante. Y las que tengan más fe y hayan sabido preocuparse más por lo que les rodea, serán las que tengan más posibilidades de salvar su alma.
Siempre es la misma historia...
Qué profundo... yo sin embargo soy algo más pagana (en el sentido de la religión y en el sentido Nietzsche ;-) Creo que el hombre no se precipita al vacío solo. Se precipita en grupo, en etnias, en pequeños grupúsculos sociales. Y es solo su responsabilidad el autoexcluírse. Pero es difícil y arriesgado. Y no todos tienen la energía para nadar a contracorriente.
Besos
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