Son dos mundos que están aquí y se tocan pero normalmente no se sienten. Uno puede estar arriba y el otro abajo o al revés... Uno puede estar al Este y el otro al Oeste; un muro visible durante mucho tiempo llamado "Muro de Berlín", que fue una alambrada espantosa para las personas que se quieren y que son compatriotas.
Claro está, esto es sólo por poner un ejemplo, porque hay fronteras innecesarias y otras necesarias por narices. Unas innecesarias por haberse puesto de forma postiza por algún capricho de un hombre de despachos o un hombre con insignias. Y las fronteras necesarias cuando hay unos individuos que comparten un idioma, unos ideales y una pasión por trenzar lazos con otros países vecinos.
Pero todo esto es muy bonito dicho así, y para eso han inventado hace mucho tiempo los emisarios políticos que sonríen, los presidentes de gobiernos que les crece la nariz de tanto mentir, y el pinocho de turno que le quita la sierra al carpintero para hacerse un armario a medida porque su nariz no hace más que crecer. Los diplomáticos que llenan su tripa de comida en banquetes y también dedican su tiempo libre a hacer cada día más castillos en el aire, pero estos castillos son reales y suelen caerse porque los cimientos no son firmes ni están fundamentados en los comportamientos humanos y cotidianos.
Hablábamos entonces de dos mundos. Y al principio estaba pensando en el mundo de los muertos y los vivos. Pero es que hasta los muertos tienen más poder de comunicación que algunos vivos. Hay cosas inanimadas que tienen más poder de convicción que un ser "humano".
De ahí que las sombras puedan estar arriba y la luz abajo. Y si hubiera un mundo subterráneo cavado por los antiguos... Y si un mundo subterráneo quisiese ponerse en contacto con las sombras de arriba...
Sólo sé que el mundo es muy maravilloso para que sólo haya 3 dimensiones.
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